jueves, 12 de abril de 2012

Sabes.

¿Sabes ese momento en el que crees que no puedes más? En el que odias tu casa, tu familia, tus amigos no te llenan y la soledad se abalanza sobre ti. Ese momento en el que piensas que la mejor solución es quitarse del medio, dejarlo todo atrás, total nada puede ir a peor.
¿Sabes ese sentimiento en el que parece que sobras? En el que nadie parece apreciarte lo suficiente, solo te hacen daño, te miran por encima del hombro cómo si fueras basura y te ponen castigos estúpidos sin razón alguna.
¿Sabes ese instante en qué todo cambia? Cuándo hace una hora eras la persona más feliz del mundo y de repente ¡pum! algo te hace volver a la realidad, una realidad que no te gusta y de la que ya no puedes salir, en la que estás atrapada y no puedes huir.
¿Sabes lo que es? Sinceramente espero que no, seas quién seas, aunque te odie, jamás te desearía una vida como la mía.

Porque en mi vida solo hay vacío y opresión, porque me siento sola, más de lo que puedas llegar a imaginar, porque intento aferrarme a la vida con cualquier escusa, porque folló sin control para sentir contacto, porque espero un cambio que nunca llega y yo ya me canso de esperar.

domingo, 9 de octubre de 2011

Me hacen sentir bien,

la brisa fresca en una tarde cálida; la sonrisa de un extraño; el abrazo de un conocido; caminar hacía ningún lado; mi canción favorita; la confianza de mi padre; el cariño de mi madre; la sinceridad de mi hermana; el olor a melocotón; el sabor del chocolate; un trago de whisky; el humo de un cigarro; la pasión en tus caricias; el amor en tu mirada; un gato ronronear; un libro sin acabar; esa película que no vi; esas palabras que nunca escuche. Me hace sentir bien despertar mientras susurras buenos días princesa.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

miércoles, 22 de junio de 2011

Se acabo.

Sentir que se te acabo la imaginación, que ya no sabes como expresarte, que se te acabaron las palabras y que nadie te comprende. Que escribir, aquello que era lo único que te ayudaba a liberarte ya no te sale, que ya no sabes como hacerlo, simplemente se te olvido...
Es irritante, tanto que decir, tanto que expresar, que contar y no encontrar la manera de hacerlo.
En fin... Todo pasa, espero.

jueves, 9 de junio de 2011

Tu cuerpo entre mis brazos.

No te oí llegar, estaba de espaldas, pensando en todo y en nada. Me abrazaste mientras me susurrabas al oído, sentí un escalofrío que me recorrió de punta a punta, haciéndome temblar. Llevaba mucho tiempo esperando ese momento, no me creí que hubiera llegado, aún no me lo creo. Un fino pañuelo me tapo la vista, mi corazón latía desenfrenado. El contacto con tu piel me volvió loca, tus palabras me hechizaron, mi respiración se cortaba. Despacio me desnudabas. Estaba paralizada, no por miedo ni vergüenza, simplemente no podía creérmelo. Me tiraste sobre la cama mientras me atabas y despacio recorrías mi cuerpo, primero con besos, después con la lengua, estaba volviéndome loca, quería tocarte, besarte, verte pero no podía. Subías y bajabas lentamente, tu respiración en mi oído, mis jadeos en el tuyo. Me quitaste el pañuelo, también la venda. Nunca había visto tanta belleza junta, nunca había sentido algo así, nos hicimos uno, pasaron horas que solo parecieron minutos, tu cuerpo entre mis brazos, el mío entre los tuyos.

Dijiste que fue maravilloso, lo fue, por lo menos para mí, porque pronto fuiste a buscar el sabor de otra, ahora estarás enredado en sus brazos, devorándola poco a poco, no me importa, para nada. Tal vez no soy capaz de distinguir entre sexo y amor, pero te dí lo mejor de mí, y eso no te lo dará ella, y tampoco la siguiente.

Tal vez, la marca de tu piel en la mía se quede mucho tiempo, tus besos y caricias se guarden en mi cabeza para siempre. Tal vez, solo me excite pensando en el sonido de tu voz el resto de mi vida, tal vez, cada momento de intimidad este gobernado por tu recuerdo.

Pero sinceramente, no cambiaría una sola de esas horas por nada.

miércoles, 8 de junio de 2011

Pienso.

Porque no son la solución a mi problema.
Aunque en verdad no es un problema.
Problema sería no vivirlo.
No es una situación agradable, ni fácil. Sé lo que quiero. Y sé que le llegará su tiempo.
Aunque no ahora. No es su momento... o puede que sí.
Quiero arriesgarme, me apetece. Sin embargo me toca esperar.
Y mientras espero pienso....
pienso en lo caprichoso que es el destino...

domingo, 10 de abril de 2011

Genio.

"Puedes pedir tres deseos" me dijo aquel genio. Había encontrado una lámpara curiosa, curiosa y vieja, y por curiosidad soplé aquel polvo que la cubría, soplé y froté. Me quede quieta unos instantes, observando el tiempo pasar entre mis dedos, pero no solo notaron los segundos que escapaban, también sentí un rumor que me envolvía. Un rumor que me acariciaba las manos, los brazos, la cara, las orejas, el ombligo y los labios. Una brisa que olía a hierba fresca, a flores recién cortadas, a libro viejo, a tinta china y a beso suave. Y fue en aquel momento tan maravilloso cuando apareció el genio. No reparé en su presencia, he de admitirlo, fue su voz la que me despertó del sueño en el que se había convertido mi vida.
-Puedes pedir tres deseos - dijo.
-¿Para qué? - pregunté.
- Para conseguir lo que quieres, aquello con lo que siempre has soñado.
Recordé la brisa que perfumaba el aire segundos antes, pensé en mi vida, en todo lo que tenía y lo que deseaba. ¿Qué puedo pedir? ¿Dinero? No se me ocurría nada que hacer con él... ¿Salud? La vida no es algo que quiera alargar sin razón alguna... ¿Amor? No... aquel genio no podía proporcionarme más felicidad de la que ya tenía...
- Guárdalos - dije entonces - guárdalos para alguien que no se sienta feliz.
Y me fui por donde había venido, tarareando una canción que había escuchado aquella mañana. Riéndome de todo y de nada. Rodeada de mil mariposas que me acompañaban...

miércoles, 2 de febrero de 2011

Miedo.

-Tengo miedo de que me olvides, de que desaparecer de tu vida, tengo miedo a que todo acabe, de mis propios sentimientos, de los sentimientos de los demás, tengo miedo a seguir viviendo, ¿y si el futuro es peor que el presente?, ¿y si todo sigue igual que ahora?. El miedo me ata, me paraliza, no me deja disfrutar de la vida, es más, me la roba cada instante, cada vez que dejo de hacer algo por miedo a fracasar...

+ Mira niña, la vida da muchas vueltas. Hoy estas aquí conmigo y mañana quién sabe con quién y donde estarás. Esta claro que lo que tenga que pasar, pasará, y al final será lo que la vida quiera y no puedes hacer nada contra eso. No podemos dar marcha atrás, el destino es así y hay que afrontar la realidad. Es mentira eso del que el tiempo cura las heridas, lo único cierto es que los golpes duelen, y más aún, con el paso de los años. Pero pase lo que pase, tu debes ser fuerte, porque si no tienes el coraje, el coraje de levantarte cada mañana y seguir adelante, el valor de vivir como quieras, haciendo las cosas a tu manera sin perjudicar a nadie, te hundes, te hundes en la miseria, y no sabes lo que cuesta salir de ella. Pero lo peor de todo, es que hundes contigo a todos aquellos a quien verdaderamente les importas y siempre te han querido por lo que eres. Sin importarle nada más. Porque si tu no eres fuerte, tu vida se hunde y tú te hundes con ella.


PD: Muchas gracias a todos y siento haber tardado tanto en escribir, pero estoy falta de imaginación, así que se aceptan ideas para escribir :) . Un besito y buena suerte people (L)

sábado, 15 de enero de 2011

Rumores.

- A mi me dijeron eso.
- Pero te juro que no es verdad, jamás haría algo así.
- Eso no es lo que dicen.
- No les hagas caso, sólo quieren separarnos.
- No es la primera vez que me mientes. ¿Por qué iban a mentirme ellos?
- Pero te jure que no volvería a hacerlo, y no lo he hecho, no lo estoy haciendo.
- No te creo.
- Por favor cariño. Es mentira, te amo, no puedo perderte por un rumor.
- Se acabo estoy harto de escuchar mentiras.
- ¿Mentiras? Mentiría si dijera que no te quiero, que no eres nada en mi vida. Mentiría si dijera que eso es verdad.
- ¿No te cansas? Apártate, no hablo con mentirosas.
- Escúchame, por favor, no te vayas... ¡Es para hacernos daño, joder...!
- Daño el que me haces tú, que ni siquiera tienes el valor de afrontar la verdad.
- No hay verdad alguna en esa mentira.
- Adiós.

Ella nunca hizo nada que no debiera, se porto bien. Él la amaba con toda su alma. Ahora ambos sufren por culpa de lo que algún gilipollas sin vida social decidió inventar una tarde que se aburría.



sábado, 8 de enero de 2011

La apariencia es nuestro punto más débil.

Entré entusiasmada por debajo de aquel viejo marco de madera.
Seguí recta por el pasillo, hasta llegar al fondo y luego torcí a la derecha.

Nunca me entretenía con nada, y eso que había cientos de virguerías. Miles de colores chillones, de músicas que se entremezclaban en el aire, formando así, una melodía acorde entre ellas, que no dejaba indiferente a nadie. Atravesé
veloz ese último tramo, me escurrí ágil entre la gente. Alcé la vista a la estantería. Allí estaban. Cuidadosamente ordenadas, una detrás de la otra. Las miré con recelo. Eran tan increíblemente maravillosas. Me hiptonizaban. Sus ojos, su pelo. El carmesí de sus labios parecia brillar con más fuerza que nunca. Un mechón oscuro de pelo caía sobre su tez dorada. Eran tan terriblemente perfectas. Todas meticulosamente colocadas, ridículamente pintadas, solo eran unas patéticas muñecas. Me dispuse a marcharme, pero al girarme, pude verme de reojo en el espejo que estaba dispuesto a mi izquierda. Llevaba el pelo despeinado en una coleta. Sobre mi tez no caían esos perfectos mechones negros. Mis ojos tampoco eran del color del cielo. Y mis labios no estaban pintados de un perfecto carmesí. Yo no era como esas patéticas muñecas. Estaba claro. En realidad, tampoco creía que fuesen patéticas. No niego que por momentos, desease ser una de ellas. Pero luego pienso y recapacito. Al principio todos corren a comprarlas, juegan con ellas, se divierten, pero a la semana se cansan. Las aborrecen, y quedan abandonadas. Después de todo, no son tan terriblemente perfectas como parecen.

Sin duda alguna, la apariencia es su punto más débil.

viernes, 31 de diciembre de 2010

El dolor nos persigue siempre.

Portazo. Ya no puedo más, estoy harta, todo me supera. El mundo se derrumba sobre mí, una tras otra vez, ya no me quedan fuerzas, no sé si quiero seguir. Sería más fácil acabar con todo. Lloró, pero eso ya no me libera, lo tengo por costumbre, ahora llorar es solo rutina. Salgo al balcón y grito, y grito con todas mis fuerzas hasta quedarme muda, pero el dolor no se va, permanece atado a mí, y cada vez duele más, es como si estuviera atado con alambre de espinos. La pago con la puerta de mi armario. Patada, puñetazo, patada, puñetazo, sangre en los nudillos. Todo sigue igual, tal vez peor, no puede seguir así digo entre lágrimas. No encuentro mi lugar en el mundo, qué coño pinto yo aquí joder, me pregunto cada segundo. Quiero evadirme de la realidad, dejar atrás todo el sufrimiento, quiero ser feliz. ¿De verdad es tan difícil lo que pido? Chillo mirando hacía el techo, nadie contesta. Me siento y espero, y espero, y espero. Pero la respuesta sigue sin llegar. ¿Existirá realmente alguien ahí arriba?, porque si es así debería dejar de divertirse conmigo, a costa de mi dolor, me digo.

Necesito parar de pensar, pongo los cascos a todo volumen, alejándome de la realidad que tanto daño me hace. La música me hace imaginar un mundo perfecto, donde yo soy la princesa, donde todo es como yo quiero, simplemente soy feliz, y así pasan horas y horas. Me quedo dormida, en mi cabeza sigue sonando música, en mis sueños sigue mi mundo, en mi corazón mi felicidad.

Despierto, el móvil se apagó, se acabó la batería, y con la batería se esfumaron mis sueños. Mi mundo sigue igual y el alambre de espinos se clava con más fuerza, consiguiendo que rompa a llorar de nuevo.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Hazlo.

- Pero, ¿cómo puedo saber que lo estoy haciendo bien?, ¿cómo se que no me estoy equivocando?.

- Eso no lo sabrás, no, hasta que lo intentes.. tal vez te equivoques pero ¿y qué más da?, si no lo intentas tampoco lo conseguirás. Y si no lo haces tu, ten por seguro que otro lo hará y quizás ese otro lo consiga.. y entonces te arrepentirás toda tu vida de no haberlo intentado, de no haber arriesgado y créeme.. esa sensación es mucho peor que la dulce satisfacción de haberte equivocado.

- ¡Tienes razón! Debería intentarlo.

- ¿Deberías? ¡HAZLO!

miércoles, 22 de diciembre de 2010

Historias sin final.

Yasmin estaba acurrucada en el fondo del sillón, llevaba ya media hora pensando en como podría empezar su redacción. Yasmin era soñadora, soñadora las veinticuatro horas del día. Le gustaba andar descalza por su casa, adoraba los días de lluvia, y las horas que se pasaba en su ventana apoyada, observando maravillada las gotas que se desprendían ágiles de las nubes y caían precisas y rápidas fundiéndose con el negro asfalto. Para ella, aquello era todo un espectáculo. Le gustaba fijarse en los pequeños detalles, en las cosas que los demás suelen pasar por alto. Después de ver una persona durante diez segundos, era capaz de decirte como iba vestida, su estado de ánimo e incluso si era fuerte o frágil. En cambio, odiaba levantarse una mañana y no acordarse de su sueño. No le gustaban los grumos que se formaban en sus cereales. Le desesperaba cantar una canción con todas sus ganas, y en mitad del párrafo equivocarse. Yasmin adoraba que todo estuviese controlado, las reglas, y odiaba que algo rompiera sus esquemas. Quizá por eso no acabó su redacción, porque a Yasmin tampoco le gustaban las historias con finales, prefería que las dejasen en el aire y así ella, escogía el perfecto para cada una que le contasen...

martes, 21 de diciembre de 2010

No es un cuento y no soy una princesa.

- Ayer mientras ordenaba las cajas del trastero encontré esto...
- Mi viejo cuaderno...
- Sí, hace mucho tiempo que no escribes, ¿porqué lo dejaste?, se te daba realmente bien.
- Lo dejé cuando te fuiste... sí, creo que fue entonces.
- No vuelvas a lo mismo por favor, sabes que debía irme, era lo mejor para todos. Pero lo importante es que ahora ya estoy aquí y quiero que recuperemos el tiempo perdido.
- ¿Lo mejor para todos?, yo solo era una cría, tu no sabes cuanto culpe a mamá de que te fueras, le dije que era una estúpida y que toda la culpa había sido suya. Y ella no se enfadó conmigo, todo lo contrario, ella sabía lo mal que lo estaba pasando y me ayudó siempre... No sabes lo que me arrepiento de todo aquello. Pero ahora ha cambiado algo, ¿sabes?, cuando te fuiste, en cada cumpleaños mamá me compraba un vestido nuevo, y al soplar las velas siempre pedía que volvieras... para estar conmigo. Y después me acostaba con mi vestido nuevo, por si volvías por la noche... pero poco a poco me empecé a dar cuenta de la cantidad de vestidos casi nuevos que se acumulaban en mi armario. Y me dí cuenta de que desear algo, aunque sea con mucha fuerza, es inútil, porque esto no es un cuento y yo tampoco soy una princesa.

Y ahora, hace ya mucho tiempo que no lo pido, hace mucho tiempo que tiré todos esos vestidos y guardé ese estúpido cuaderno. Ahora, hace ya mucho tiempo que dejé de ser una cría.

lunes, 20 de diciembre de 2010

Suspiros.

Estamos en un verde prado, paseamos agarrados de la mano, no hay nadie alrededor, solo estamos tú y yo. El sol brilla con fuerza, caminamos sin dirección ni rumbo, no importa donde vayamos con tal de estar juntos. De pronto me miras, sonríes y me dices que amas, ¿cómo pude vivir tanto tiempo sin ti? Me preguntas… Te miro ¡tenía tantas cosas hermosas que decirte!, pero empiezo a verte borroso, cada vez más, algo me empuja, nos separa, no me sueltes te grito, nuestras manos dejan de ser un lazo de unión. Te pierdo, losé, lo presiento. No, no puede ser, grito y grito, pero pareces no escuchar, cada vez estas más lejos, más borroso, ya ni siquiera te veo. Escucho una música de fondo.

Sobresaltada, entre jadeos y sudor me despierto. Apago el despertador. Sí, todo fue un sueño, nada ocurrió nunca. Nunca me dijiste esas palabras. Lloró, ¿por qué él? Me pregunto. Siempre pude tener al hombre que quisiera, a todos menos a él, no es justo me digo. Suspiro. ¿Qué es un suspiro?

- Un suspiro es el aire que te sobra, por alguien que te falta.

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